Igual que el escritor se enfrenta a un papel en blanco, un escultor al bruto de un bloque de mármol o un arquitecto al espacio vacío, nos enfrentamos nosotros a la elaboración de un diseño, primero en papel y luego en piel. Hoy queremos hacer referencia a la creación de un diseño en particular, de su origen y de cómo ha perdurado y evolucionado en sus formas desde entonces. Un diseño con solera y muchas emociones invertidas que lo hacen, más allá de su trazo, aún más bello y rico. Nos acercamos a “Iris” y a su historia. 

Como sabéis, Meryan empezó su andadura por el empeño de su fundador, Ángel López-Obrero, de recuperar el esplendor que durante siglos tuvo nuestra ciudad en el arte del repujado en piel. El empeño de un soñador que hoy, más de medio siglo después, sigue dando sus frutos. Son ya muchas las colecciones presentadas, pero una de las más especiales fue sin duda la colección “Ángel”, en la que recopilamos gran cantidad de aquellos primeros diseños y dibujos que el artista elaboró en la década de 1950 y que hoy siguen siendo una importante seña de identidad. Dentro de esta colección está “Iris”, un refinado diseño fruto de la observación cuidadosa y entregada que López-Obrero realizó de los motivos decorativos vegetales de la Córdoba Califal.

Bolso fabricado en 1970

En concreto, Iris, toma su nombre precisamente de la estilización que en los atauriques de La Gran Mezquita cordobesa y de la ciudad Palatina de Medina Azahara se hace de esta flor. Los estudios han identificado el iris en cajitas de marfil, placas de mármol, piedra caliza e incluso en piezas de orfebrería como la arqueta de Hixam II, cuyo original se conserva hoy en la Catedral de Gerona. El signifcado de esta flor ha estado siempre relacionada con la pureza y la buena fortuna, y no en vano se asoció en la época califal a la figura del Príncipe.

Ángel López-Obrero desarrolló un patrón que mantiene la simetría, cargada de simbolismo en la decoración califal, cuyo centro es esta flor tripétala. Son sus largos tallos y hojas alancetas las que se curvan y estilizan a ambos lados generando un marco vegetal simétrico.

El diseño Iris, ha ido evolucionando y adaptándose a distintas piezas tanto decorativas como paneles y cuadros, como a complementos personales tales como agendas bolsos y monederos. De formas más bulbosas a otras más estilizadas, de mayor verticalidad a orientación casi por completo horizontal. De cualquier modo, piezas únicas y de enorme belleza, ¿no os parece?.